Ayer fue un día especial, de esos momentos que en vez de expresar con palabras, las palabras se sienten. Palabras de corazón que me recuerdan todo lo vivido, y lo compartido con vuestros hijos. Porque juntos hemos podido disfrutar de lo mejor, derramar alguna lágrima y cantar a viva voz.
Sólo han sido tres años juntos, y vosotros niños me habéis dado tanto..... Me encanta cuando por las mañanas me saludáis con un:" que guapa estas Inma! o cuando a alguno/a de vosotros/as se os escapa un beso o un abrazo tan de corazón que me emociona y me llena todo el día o cuando me llamáis "mamá" y sobre todo cuando os miro ahora al final de esta etapa y veo lo que habéis crecido no solo en altura, y en sabiduría, sino en lo más importante en sentimientos y valores, ... pienso que todo el trabajo y es esfuerzo ha merecido la pena.
A los papás que hoy también estáis tristes porque vuestros hijos se han hecho mayores, os doy las gracias por vuestro apoyo y comprensión.
Gracias por todo lo que me habéis dado día a día, y por compartir conmigo algunos de los momentos de la etapa más feliz de vuestras vidas: La infancia.
Hay cosas de gran valor en este mundo. La honradez, la laboriosidad, la paciencia, la profesionalidad, la dedicación, la bondad, la humanidad, la compasión, la ternura.
ResponderEliminarHabíamos visto muy serio a Pablo durante la Graduación, salvo algunos ratos de juegos y risas. Y también despúes, al llegar a casa. Intuyendo lo que fluía por su corazoncito, le preguntamos si se encontraba triste porque se terminaba el cole, porque no volvía a estar con su profe Inma, porque algo importante sentía que terminaba. Comenzó a llorar.
Tiene que ser duro sentir que te quitan una parte importante de tu vida. Un lugar de tu alma en que has sido muy feliz, en el que has crecido y te has sentido realizado como personita. Tiene que ser duro sentir que, en cierta medida, pierdes a alguien con quien has pasado mucho tiempo, te ha sostenido, te ha apoyado, te ha levantado cuando caías, ha satisfecho tu curiosidad, ha llenado tu cabecita de cosas maravillosas y, en cierto modo, ha pasado a ser parte de tu familia.
Hay cosas muy valiosas en este mundo. Por las lágrimas de tristeza y emoción de Pablo se podía leer la última lección que había impartido su querida profe Inma. Hay cosas en este mundo invaluables. Nuestros hijos han recibido estos tres años una educación excelsa. Lo que no podíamos esperar es que recibieran AMOR.
Infinitas gracias Inma.
Has sido un ejemplo para nuestros hijos, y lo que es más meritorio, para sus padres, lo que es indicio de la excepcional persona que eres.
Por supuesto, nunca te olvidaremos, porque has escrito con la más bella caligrafía lecciones de vida en el rincón más hermoso de nuestros corazones, aquel que inauguraron nuestros niños el día de su nacimiento.
Hasta siempre.
Muchas gracias Enrique: tus palabras me han llegado al alma. GRACIAS.
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